La periodista k

Ya conocemos a la periodista de Letrilandia, la "k". Gracias a ella podemos escribir palabras como "kimono", "kilo" o "kiosco". El problema es que, por su trabajo, pasa mucho tiempo fuera, en otros países, y cuando no está no podemos escribir algunas palabras. Por eso, la enfermera "c", que sabe hablar de maneras distintas, se ofreció para sustituirle cuando ella no esté. Así, cuando la "c" acompaña a la "a", la "o" y la "u", habla como la "k" y nos permite escribir palabras como "casa", "coche" o "cuna". Pero hay un pequeño problema: cuando acompaña a los príncipes "e", "i", le hacen gastar tanta energía con sus travesuras que no puede hablar tan fuerte y sólo puede decir "ce" y "ci". Ya veremos más adelante qué letra nos permite solucionar el problema...

Pequeños grandes cocineros

¿Quién dijo que los humanos no comemos insectos? Pues en esta clase hemos comido "mariquitas"; eso sí, de la especie "dulcis-dulcis"

taller de cocina

Felicitamos a... Hiba

La mudita "h" y su estornudo "ch"

Un día, la niña "h" se perdió y, sin darse cuenta, caminó hacia la izquierda, hacia el país de los gigantes. Éstos enviaron su soplido helado y la pobre "h" se quedó sin voz. El rey "u" le permitió caminar entre las otras letras, pero ella no puede decir nada: es muda. Por eso hay que recordar muy bien si una palabra lleva "h" o no, para no olvidarnos de escribirla, pues eso la pone muy triste. Así escribimos palabras como "helado", "hueso", "hielo",...
Sin embergo, la enfermera "c" la acompaña cuando está acatarrada y, entonces, sí que puede hacer un sonido parecido a un estornudo: "ch". Así suena en palabras como "chorizo", "leche", "choza",...

El bombero "f"

Cuando hay un incendio en Letrilandia, el encargado de apagarlo es el señor bombero que, con su sonido "ffff" nos permite escribir palabras como "falda", "familia", "foto" o "filete".

Felicitamos a... Hajar

El payaso "r" y su hermano el forzudo

En Letrilandia hay un payaso que suele acompañar a la familia real para divertirles. Pero hubo un problema; y es que su voz hace mucho ruido ¡rrrr! y, a veces, molesta al rey "u". Por eso, le ordenó lo siguiente: cuando vaya el primero en una palabra o acompañando a otras letras que no sean dos vocales, puede sonar fuerte. Así escribimos "rosa" o "verde" Pero, si va en medio de dos vocales, tiene que hablar más suave, como en "amarillo" o en "morado". Pero, entonces, descubrieron otro problema: ¿cómo escribrir palabras como "marrón", "barro", "arriba", "sierra",...? Lo arreglaron fácilmente: el payaso "r" llamó a su hermano el forzudo "r" para que le acompañara cuando tuviera que hablar con voz ruidosa. Así, podemos distinguir "pero" de "perro" o "caro" de "carro"