La señorita "b" y el camarero "v"

Esta semana hemos conocido a otros dos personajes de Letrilandia: se trata de la presumida "b" y su hermano, "v" que es camarero. Ella es la más alta de los dos, porque siempre lleva tacones. En cambio, él lleva siempre zapatos cómodos porque se cansa mucho en su trabajo. Con ellos podemos escribir palabras como "bota", "batido", "bola", "vela", "valla", "avión",... Y debemos tener mucho cuidado al escribirlas, fijándonos bien si son con "b" o con "v", porque si no el señor estudioso nos llamará "despistados".

Los amigos del cole Petete

El viernes recibimos una visita muy especial: los niños y niñas de 2 años del cole Petete, la guardería que está al lado de nuestro colegio. Algunos creían que iban a venir bebés, pero nos quedamos muy sorprendidos al ver a unos niños "medianos" e incluso "un poco mayores" que saben ir en fila muy bien y que se portan de maravilla. Nos trajeron un regalo: un palo de lluvia que habían fabricado y pintado ellos mismos y que nos encantó tocar. Además nos cantaron canciones y nos recitaron poesías. ¡Es que en el cole Petete se aprenden muchas cosas! Nosotros también les dimos nuestro regalo: un tragabolas de rana que habiamos pintado entre todos. Después salimos con ellos al patio, a jugar en los columpios y en el arenero. ¡Qué divertido estar todos juntos!
Creemos que muchos niños y niñas de Petete están deseando venir el próximo curso a nuestro cole. ¡Animaos, papás y mamás, a conocer también vosotros el colegio Espartero antes de matricular a vuestros peques! El lunes día 25 de marzo tenemos jornada de puertas abiertas para que vengáis a visitarnos pero, si no podéis ese día, pasaros por dirección y os informarán de todo.

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Una escuela con mucho arte

La mamá de nuestro compañero Tomás, de la clase de 4 años, es profesora en la Escuela de Artes de Logroño. Un día nos propuso que los niños y niñas de 4 y 5 años podíamos ir a visitar su escuela y hacer una actividad de cerámica allí. Nos pareció una idea estupenda y, claro, dijimos que sí. El pasado viernes fueron los alumnos de 4 años y volvieron encantados. Y esta semana, por fin, nos ha tocado a nosotros. Cuando llegamos nos estaban esperando Beatriz, que es la mamá de Tomás, y Jose, el profesor de Cerámica de la Escuela.
En primer lugar nos enseñaron la exposición que tienen actualmente en los sótanos. Se trata de una serie de obras hechas por profesores del centro con periódicos, usándolos como material principal y como fuente de inspiración. Vimos elaboraciones chulísimas, tanto de objetos y personajes conocidos como de obras más originales e incluso extrañas. Luego nosotros mismos pudimos contribuir con nuestras propias creaciones, que dejamos allí, en una zona dispuesta para la participación de los asistentes. Os animamos a visitar esta exposición que está abierta al público. Seguro que os sorprenderá y os encantará tanto como nosotros.
A continuación nos enseñaron algunas zonas de la Escuela, que está en uno de los edificios más bonitos de Logroño. Los pasillos están decorados con esculturas gigantes hechas de escayola y Jose nos explicó un poco algunas de ellas. También vimos la biblioteca, que es muy nueva y está muy bien decorada. ¡Y que no tiene cuentos, sólo libros de consulta!
Después subimos al ático, donde está el aula de cerámica. Allí Beatriz y Jose nos contaron un cuento que trata sobre los nombres y nos propusieron elaborar unas placas con los nuestros propios para poner en la habitación. Nos pareció genial, así que nos repartieron arcilla blanca y materiales para modelarla y nos pusimos manos a la obra. Como ya habíamos aprendido muchas cosas sobre el barro gracias a Sandra, la mamá de Ibai, aprovechamos para repasar nuestros conocimientos. ¡Jose se sorprendió de todo lo que sabíamos! Las placas quedaron chulísmas, pero ahora hay que esperar a que se sequen y las pongan a cocer en el horno especial. Habrá que tener paciencia. Las cosas bien hechas llevan su tiempo. Cuando estén listas, Beatriz nos las hará llegar, y podremos pintarlas y ponerlas en nuestra habitación.
Una vez todo recogido y las manos lavadas, salimos a la terraza a comer el almuerzo. ¡Había que reponer fuerzas antes de volver al colegio!
Fue una experiencia inolvidable. ¡Lo pasamos genial y aprendimos un montón! Muchas gracias a Beatriz, a Jose y al director de la Escuela de Artes por ofrecernos una actividad tan interesante. Esperamos que nuestros compañeros más pequeños puedan repetirla en años próximos.

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Volcanes

Hoy nos han visitado en clase unas alumnas de 5º de Primaria para hablarnos de algo que nos ha interesado mucho: los volcanes.
Como ellas son ya tan mayores, estudian muchas cosas difíciles y hoy nos han demostrado que, no sólo lo aprenden, sino que también son capaces de explicarlo a niños más pequeños.
Nos han eneseñado, muy orgullosas, las maquetas de volcanes que han construido y nos han hablado de sus partes: la chimenea, el cráter, el magma,... Nos han dejado ver y tocar rocas volcánicas, del Teide y del Vesubio, y también nos han explicado cómo se produce la erupción; incluso nos lo han demostrado haciendo que saliera una especie de lava de dentro del volcán... Aunque enseguida nos hemos dado cuenta de que no era lava, sino una especie de espuma... Ellas nos han dicho que era el resultado de mezclar vinagre y bicarbonato. ¡Qué interesante! Al final hemos aprendido un montón sobre volcanes, aunque algunos ya sabían algunas cosas, ¡porque salen en las cartas de "Invisimal"!

La "y" y la "ll"

Durante este mes hemos aprendido dos nuevas letras, la "y" y la "ll".
Como la princesa "i" tenía miedo de salir sola al jardín, sus papás contrataron al jardinero "j" para que la acompañase; así, los dos juntos forman la "y", que cuando va sola suena como la "i", pero cuando va con las vocales tiene otro sonido.
Además hemos conocido al portero de palacio, el señor "ll", que es primo del lechero "l".
El sonido del portero "ll" es prácticamente igual que el de la "y" cuando acompañan a las vocales.

¡Adiós, Razvan!

El viernes fue un día un poco triste, porque dijimos adiós a Razvan, que ha sido nuestro compañero desde el año pasado.
Razvan volverá con su familia a Rumanía y allí irá a un nuevo colegio y tendrá nuevos compañeros. Sin embargo, nosotros no queremos que nunca nos olvide y, para ello, le hemos regalado un libro hecho con dibujos de cada uno y con nuestros mejores deseos. Él, por su parte, nos ha regalado una plantita que hemos puesto al lado de la ventana. Cada vez que la reguemos, nos acordaremos de nuestro amigo Razvan.
De todos modos, como tenemos la dirección de correo electrónico de su mamá, podremos comunicarnos con él siempre que queramos, contarle cómo nos va y saber de su nueva vida.
¡Hasta siempre, Razvan! Te vamos a hechar mucho de menos, porque has sido un buen compañero y un excelente amigo. ¡Mucha suerte en tu nuevo cole y en tu nueva ciudad! Estamos deseando saber cómo es tu nueva vida.

¿Quién viene hoy?... Sandra, la ceramista

El viernes, para terminar con el tema de los oficios, tuvimos la última visita. Fue Sandra, la mamá de Ibai que, aunque ahora no se dedica a ello, durante un tiempo fue ceramista. Sandra nos habló de este trabajo que consiste en dar forma al barro para crear objetos decorativos o vasijas. Nos explicó cómo se usa el torno, qué tipos diferentes de barro existen y cómo debe ser el horno donde se cuecen: un tipo especial que alcanza temperaturas de hasta más de 1000 grados. Nos contó que la pintura se llama esmaltado y nos enseñó algunas vasijas que ella misma ha hecho y que se pueden utilizar en casa. ¡Además nos regaló un bote para poner lápices fabricado por ella muy bonito! También nos trajo una lámpara muy original hecha con arcilla y nos ayudó a realizar las nuestras propias. Muy ilusionados, nos remangamos y nos pusimos manos a la obra. Ibai fue el ayudante que repartió los materiales: tablillas, rodillos, espátulas y, cómo no, el barro. En cuanto lo tocamos surgieron expresiones sobre lo que sentíamos: "¡Está frío!", "¡mancha las manos!", "¡se hunden los dedos!", "¡tiene piedritas!"... La mamá de Ibai nos explicó que esas "piedritas", llamadas "chamota", son trocitos de cerámica cocida machacada, que se añaden al barro para darle más fuerza. Con las indicaciones de Sandra y su ayuda fuimos dando forma a nuestras lamparitas. Cuando estuvieron terminadas, pusimos dentro una velita y las llevamos a casa. Tenemos que dejar que se sequen y, aunque no tenemos un horno adecuado para que se endurezcan lo suficiente, seguro que el efecto es, cuando menos, original y único.
Gracias, Sandra, por explicarnos un trabajo tan creativo y por ayudarnos con tanta paciencia a sacar el arte que todos llevamos dentro. Ibai tiene suerte de tener unos papás tan artistas.

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